Coloque las fresas en una licuadora; cubra con 2 cucharadas de azúcar. Vierta 1 taza de agua sobre las fresas azucaradas. Licúa hasta que los trozos de fresa se transformen en jugo. Combine el jugo de fresa, 6 tazas de agua, 1 taza de azúcar y jugo de limón en una jarra grande; revuelva hasta que se mezcle.