Mezcle un huevo con una pizca de sal, harina para todo uso y agregue suficiente agua para hacer una masa suave y agradable. Saque pequeños trozos y enrolle arroz diminuto como si fueran granos. Déjelos secar en una hoja de plástico durante un día. Cuando esté seco, guárdelo en una bolsa con cierre hermético y úselo cuando sea necesario.