Primero, remójalo un poco: asegúrate de que la olla se haya enfriado y luego llénala con unos chorros de jabón para platos y agua caliente. Agregue dos cucharadas soperas de bicarbonato de sodio. Cubra y deje reposar por 15 minutos. Quite los alimentos pegados: drene aproximadamente la mitad del agua, luego use un raspador de plástico para desalojar los pedazos quemados.