Pinche la superficie de una calabaza entera como si fuera una papa que va a hornear y colóquela en un horno a 350 grados durante 45 a 60 minutos, hasta que un cuchillo se deslice fácilmente en la pulpa. Déjalo enfriar y luego divídelo por la mitad y quita las semillas y ya está lista la receta. Entonces. Maldito.