Para cultivar tomates con éxito, necesita un suelo rico y fértil o compost para macetas sin turba, y un buen lugar soleado y protegido. Riegue regularmente y alimente semanalmente con un fertilizante con alto contenido de potasio una vez que las plantas comiencen a florecer. Los tomates se dividen en dos tipos principales de cultivo: determinado (arbusto) e indeterminado (cordón).