Es posible que estos cortes no sean tan sabrosos o jugosos como la carne que acaba de ser sacrificada y apagada, pero están perfectamente bien para consumir si se empaquetan y almacenan adecuadamente.
Es posible que estos cortes no sean tan sabrosos o jugosos como la carne que acaba de ser sacrificada y apagada, pero están perfectamente bien para consumir si se empaquetan y almacenan adecuadamente.