Además, la dieta puede afectar las hormonas que, a su vez, podrían empeorar el acné. Por ejemplo, la leche y los alimentos con alto contenido de azúcar pueden provocar un aumento de los niveles de insulina, alterando otras hormonas que pueden afectar la piel. Algunas investigaciones han relacionado la leche y la proteína de suero con el acné.