Sin almidón, los pasteles de queso son cremosos Sin almidón, los pasteles de queso dependen de los huevos por su poder espesante. El engrosamiento ocurre cuando las proteínas crudas del huevo se desenrollan y se unen, que es lo que sucede cuando los huevos se cocinan. Además, los emulsionantes en la yema de huevo (lecitina y lipoproteínas) ayudan a darle al pastel de queso una textura suave..