Nuestro planeta se está calentando. Al reemplazar la carne con fuentes vegetarianas de proteínas (nueces, semillas, frijoles y lentejas, por ejemplo), podemos reducir las emisiones de carbono y otros gases de efecto invernadero. Todo el proceso de producción de alimentos de la granja al plato totaliza el 30% de todas las emisiones globales de gases de efecto invernadero (3).