Los escáneres cerebrales han confirmado que el consumo intermitente de azúcar afecta al cerebro de manera similar a ciertas drogas. Un estudio muy citado en la revista Neuroscience & Las revisiones bioconductuales encontraron que el azúcar, por muy generalizado que sea, cumple con los criterios para una sustancia de abuso y puede ser adictivo para quienes se emborrachan..