Una vez abierto, el USDA le aconseja mantener el pollo crudo en el refrigerador no más de 2 días. Para la congelación, el USDA dice que no debe exceder los 9 meses, pero solo si ha almacenado a cero grados o menos. Más allá de los 9 meses y la probabilidad de quemaduras por congelación aumenta sustancialmente.