La dieta cetogénica podría causar presión arterial baja, cálculos renales, estreñimiento, deficiencias de nutrientes y un mayor riesgo de enfermedad cardíaca. Las dietas estrictas como la cetogénica también pueden causar aislamiento social o trastornos alimentarios. La dieta cetogénica no es segura para las personas con afecciones que afecten al páncreas, el hígado, la tiroides o la vesícula biliar..