El ponche de huevo casero se elabora con huevos crudos, que pueden pasteurizarse o no. Los huevos no pasteurizados pueden transportar patógenos causantes de enfermedades como la salmonela y el campylobacter, que son especialmente peligrosos durante el embarazo. El ponche de huevo comprado en la tienda está bien para beber siempre que esté hecho con huevos pasteurizados.