Coloque los frijoles en una olla grande; cubrir con agua fresca y dejar hervir. Reduzca el fuego, tape y cocine a fuego lento hasta que los frijoles estén tiernos pero firmes. La mayoría de los frijoles se cocinarán en 45 minutos a 2 horas, dependiendo de la variedad. Periódicamente, pruebe una prueba de sabor o aplaste un frijol contra el costado de la olla con un tenedor o una cuchara..