Espolvoree un par de cucharadas de queso en el centro de la sartén (o más si desea que su frico sea más grande). No se preocupe por el espaciado, ya que el queso se derretirá en una sola masa fina y crujiente. Después de uno o dos minutos, el queso se habrá derretido y comenzará a dorarse y endurecerse..